16 septiembre 2007

LA PROVINCIA DE ALICANTE: UN MUNDO DE RECUERDOS (II)

Hacia 1609, alrededor del 40% de la población provincial era de religión musulmana, llamados moriscos.
Socialmente marginados, su distribución era bastante desigual, concentrándose principalmente en las morerías de las principales ciudades (Alicante, Elche...) y en pequeñas alquerías. En el norte de la provincia, constituían la práctica totalidad de la población, salvando unos pocos núcleos cristianos como Alcoy, Penáguila o Cocentaina.
Por lo tanto, la expulsión de los moriscos, ese mismo año, produjo un gran vacío demográfico, prácticamente absoluto en algunas comarcas.
Nuevos pobladores vinieron a habitar sus tierras, provenientes de toda España, aunque en los valles del norte predominó la inmigración mallorquina, cuya isla natal se encontraba en aquel momento superpoblada.
Hasta finales del siglo XVII, toda la costa de la provincia estuvo azotada por las incursiones de piratas berberiscos, que obligaron a fortificar y a crear nuevos núcleos de población cristiana en la costa. En ocasiones, llegaron a tomar cautivos a todos los habitantes de pueblos enteros, como hicieron en Benidorm en 1448 o en Calpe en 1637. Muy a menudo, los ataques de los piratas se realizaban con la ayuda de los moriscos, que veían a los berberiscos como sus hermanos de fe y sus posibles salvadores de la opresión cristiana, lo que constituyó una de las razones esgrimidas para su expulsión.
Desde principios de la Edad Moderna, se produjeron diversos pleitos entre Alicante y Orihuela por la capitalidad de la Gobernación. Orihuela consiguió en 1564 erigirse en sede episcopal (separándose de la de Cartagena, de la que dependía hasta entonces la gobernación) y en 1610 se fundó en esta ciudad una Universidad regentada por los dominicos, que estaría en funcionamiento hasta la Guerra de la Independencia. Sin embargo, el ascenso de la ciudad de Alicante, puerto de salida de los productos de Castilla, hizo que, desde 1647, Alicante fuese la capital de la Bailía General.
Con el Decreto de Nueva Planta de Felipe V del año 1707 , se solucionó la rivalidad entre Orihuela y Alicante dividiendo la antigua Gobernación Ultra Saxonam en dos corregimientos, el de Alicante y el de Orihuela. El norte de la provincia se encontraba incluido, a partir de entonces, dentro de los corregimientos de Jijona, Alcoy y Denia. Desde la Ilustración, hubo varios proyectos de división provincial de España, superando las divisiones feudales del Antiguo Régimen; el primer intento serio fue el de Miguel Soler, elaborado entre 1799 y 1805, que sería posteriormente retomado por las Cortes de Cádiz, aunque la vuelta al absolutismo de Fernando VII frenó su desarrollo.
En 1833 se realizó la primera división provincial española efectiva; en el caso de la provincia de Alicante, se formó básicamente a partir de la antigua Gobernación Ultra Saxonam, a la que se añadirían por el norte la Hoya de Castalla, la Hoya de Jijona, la Serranía de Alcoy, el Marquesado de Denia y los Valles de Pego.
Tras la división provincial definitiva aproba en 1851, se ampliaría también la provincia al oeste con la comarca castellana de Villena.

Alcoy. Calle de San Nicolás

Villena. Calle de San Sebastian

Orihuela

Denia. Playa de Las Marinas

Monovar. Calle de la Torre

Altea. Calle de la Morera

Aspe. Calle de Castelar

Villajoyosa. Puente del Ferrocarril

Xixona. Calle de Canalejas

 
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