24 agosto 2007

NUESTRA PROVINCIA EN EL RECUERDO: LAS TORRES DE LA COSTA

Treinta y siete, treinta y siete,
Son mis versos centinelas,

Son las torres de mi pueblo,
Que a sus costas festonean.
¿Quién os levantó,
romanos
o el alfer en lucha abierta;
o don Carlos, don Felipe,

las coronas en tus almenas?
¿Fueron los infestos mares?

¿Fue el velero que navega?

¿El corsario y el pirata,

o la paz y la cosecha?
Jose María Navarro


Felipe II, estuvo muy preocupado en fortalecer las defensas de las costas levantinas: “continuando los cosarios en fatigar los lugares marítimos de la costa de nuestro reino, llamados y favorecidos de los cristianos nuevos, vino Orden del Rey Felipe II que en toda ella a trechos se edificasen torres fuertes donde estuviesen guardas perpetuas que descubriesen y diesen avisos con fuegos y ahumadas, de si andaban cosarios y aún disparasen algunos tiros para que los pescadores se recogiesen”.
Y, aunque el duque de Maqueda ya las tenía diseñadas en los últimos años de Carlos V, fue recién ascendido al trono Felipe II cuando se mandó labrarlas: “en el año 1557, siendo Virrey de Valencia don Bernardino de Cárdenas, viendo el mucho daño y rebatos que davan los moros por las costas con las desembarcaciones, mandó, a costas de la Generalitat, labrar las torres de la costa de este reyno, para que puestas guardas en ellas, tuviesen cuidado de dar aviso con que los moros tornarían”.
Luego, Felipe II encargaría al ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli el reconocimiento de castillos y fortalezas para mejorarlos.
Realizada la visita e inspección en 1562, elevó al rey una “memoria de lo que su Mgd. mande proveer para la fortificación del Reyno de Valencia”.
Y recomendó, entre otras cosas:
-Fortificar los castillos porque estaban casi indefensos.
-Construir algunas torres.
-Edificar un fuerte en la Sierra de Bernia.
Y así se hizo.
Las torres estaban distribuidas estratégicamente a lo largo y ancho de las costas de nuestra provincia.
Casi dos siglos después, el conde de Lumiares, encontró en el Lugar de San Juan siete torres de defensa. Y en la Torre llamada de Cenia, esta inscripción: “me fesit de la ma de Frances ceni a XXIIII de maig mdI entre dos y tres aprés mig jorn uen ere: de tenir lo Dragut am los moros.”
En el año 1563, en Altea ya aparece una fortificación llamada Torre de Bellaguarda y comienza la construcción de una fortaleza en la Sierra de Bernia.
Las Atalayas de las montañas funcionaban de la siguiente manera: “las fustas hacen fuego en el mar de noche y aqel fuego responde a una montaña de Guadalest que llaman Aitana, y aquella montaña hace otro fuego, el cual responde a otra montaña que esta entre Seta y Planes, y de aquella montaña a otra hasta Segorbe.”
En la “Ordinacions” del duque de Maqueda, de esta época, aparece una verdadera cadena defensiva de castillos y torres-vigía o atalayas, aunque no todos fueron construidos en la misma época.
De las torres-vigía salían, en caso de peligro, los “atalladors” o “taülladors” (atajadores o avisadores).
EL “FORT DE BERNIA”
“A la parte meridional de la llamada por los del país serra de Bernia, en el término municipal de Callosa de Ensarriá y a 630 metros sobre el nivel del Mediterráneo se ven los restos del “fort”, o castillo, que se construyó aprovechando la pendiente mas suave de la empinada montaña.
El fuerte comunicaba por un sendero empinadísimo con ese lugar; se tardaba en subir más de una hora y en bajar la mitad de ella. Sus restos existían como hoy día en el año 1561, según afirmaba J.B. Antonelli, que visitó la montaña...encargado por Felipe II de reconocer el Reino de Valencia e informarle conforme a las instrucciones que recibió: señalar las partes fortificadas y aquellas que se debían fortificar, en evitación de posibles levantamientos de los moriscos y agresiones piráticas por mar.
De todo ello dio cuenta al soberano en la “Reltione della Montagna o serra di Bérnia”.
Ante estos informes, determinó Felipe II que se construyera la fortaleza de Bernia conforme a las trazas que dio Antonelli, que se conserva en el Archivo de Simancas.
En el Libre de memories...del Regne de Valencia se dice: “a 15 del mes de abril del any 1562 se comença a fundar en la Serra de Berniça una gran fortaleza para deffensió de los moros enemichs de nostra santa Fe Católica”. De sus materiales de construcción hizo un pésimo informe en 1575 el virrey Vespasiano Gonzaga Colona “porque la obra y artificio de ella no puede ser en el mundo peor...digna de un monasterio de frailes, parece una ermita de Monserrate.”
Tenía 8.000 metros cuadrados, fosos con puentes elevadizos de cadenas, iglesia, casas para el Alcaide, alférez, capellán, y artillero; aposento de los soldados de la galera, enfermería, carnicería, horno, almacénes de pólvora, de harina para 600 arrobas, de pescados y legumbres para los tiempos de cuaresma , de vino, y garitas y artillería.
Una vez expulsados los moriscos, por Real Carta fechada en Valladolid el 10 de noviembre de 1612, ordenó el rey Felipe III desmantelar el fuerte de Bernia.

info: Manuel Martinez Lopez.
"Piratas y corsarios en las costas de Alicante"

 
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