12 marzo 2007

EL AGUA POTABLE EN ALICANTE

El abastecimiento de agua a la ciudad de Alicante, tal y como hoy conocemos este servicio, cumple casi 110 años.
El 16 de octubre de 1.898, a las tres y media de la tarde, el agua manó con fuerza del surtidor preparado al efecto, inaugurándose oficialmente la llegada de las aguas de Sax a la hoy Plaza de Gabriel Miró
La Corporación Municipal, encabezada por el Alcalde de la Ciudad, D. José Gadea Pro, Autoridades Civiles y Eclesiásticas (por supuesto), fueron testigos de honor del evento. No faltaron las verbenas, repique de campanas, una corrida de toros (sin comentarios) y banquete servido en el Palacio Municipal.
Reconquistada la Ciudad por Alfonso X El Sabio, se pensó en el abastecimiento de agua (insuficiente con el manantial primitivo de "La Goteta"), y mediante privilegio expedido el 29 de Junio de 1.260, dispone que las aguas del manantial de la Fuente Santa, situado en la ladera Noreste del Castillo de San Fernando, se condujeran a la entonces Villa, asignando para ello 500 maravedíes de oro, en concepto de préstamo, que luego condonó.
El Manantial de la Fuente Santa fue la base de un abastecimiento a la Ciudad que habría de durar varios siglos, pese a su modestia.
Las crónicas de la ciudad señalan que ésta tenía asegurado el abastecimiento de agua potable, mediante las fuentes públicas del Angel, Vieja, Nueva de San Cristobal y de San Nicolás.
Ya en el siglo XIX, el maestro de obras D. Antonio Garrigós, construyó, en la Plaza del Puente y calle de Remigio Sebastiá, los famosos "Pozos de Garrigos", hoy felizmente rehabilitados por la Corporación Municipal.
Consistieron en tres cisternas, con capacidad para 500 m3, que recogían las aguas pluviales del Castillo de Santa Bárbara, vendiéndose en la Ciudad por cántaros y, posteriormente, canalizadas hasta la casa 47 de la calle Mayor, en cuya planta servía a la clientela.
La población, ya en el siglo XIX, iba en constante aumento y el Ayuntamiento se lanza a la aventura de ampliar la Traída de Aguas.
Para ello, perfora nuevos pozos junto al nacimiento de la "Fuente Santa", adquiriendo entonces el nombre de "Casa Blanca", y construye una nueva mina bajo el Castillo de San Fernando, canalizando posteriormente las aguas hasta la fuente de la hoy Plaza Hernán Cortés.
Apenas transcurridos diez años, estas aguas de la "Casa Blanca", llegaban muy sucias al vecindario, por lo que el Ayuntamiento ordenó encauzar el agua por tuberías de barro vidriado.
Las obras finalizaron a mediados de 1.861 y el Ayuntamiento inscribió a su nombre el manantial de "Casa Blanca" el 15 de julio de 1.864.
Nuestros cronistas consideran a éste el primer abastecimiento domiciliario real que tuvo Alicante, inaugurándose solemnemente el 2 de Julio de 1.861 y concediéndose 200 acometidas para el mismo número de vecinos.
Ya en el último cuarto de siglo, el pueblo se halla angustiado por la terrible y alarmante escasez del agua. Las de la "Casa Blanca", muestran una sensible disminución en su caudal y, las centenarias de "La Goteta", apenas manan.
En 1.880, cuando Alicante contaba con 35.000 habitantes, D. José Carlos de Aguilera, Marqués de Benalúa, realiza el estudio de la traída de las aguas de La Alcoraya.
En la Memoria descriptiva de este Proyecto, entre otros argumentos, se decía textualmente:
"Sensible es que una población de la categoría y condiciones de Alicante, no esté dotada con una cantidad de agua, por lo menos la precisa, para las necesidades indispensables de la vida; doloroso es en extremo, que la falta de este deseado elemento ahuyente a los muchos forasteros que en las épocas calurosas podrían venir con gran provecho nuestro, a tomar los baños de nuestras tranquilas playas, y más que todo esto es angustiosísimo el vernos amenazados constantemente a no poder satisfacer algún día una de las primeras necesidades que nos da la vida".
No le faltaba razón al autor de dicho proyecto, Don Pascual Pardo y Jimeno.
Sus aguas procedían de la Partida de La Alcoraya y nacían en un manantial, distante de la capital unos 17 Kms. Canalizando su traída hasta la "Casa Blanca" y aprovechando, ampliando y reformando los medios de distribución del anterior suministro, se pudo obtener un caudal de 129 m3/dia, dando por lo tanto una dotación de 4,3 litros de agua por habitante y dRa.
Si con ellos no pudo obtenerse un completo abastecimiento domiciliario, con la instalación de 4 fuentes permanentes se logró disponer de agua sin limitación.

El agua se expendía al precio de cinco céntimos de peseta, cada dos cántaros, montándose un servicio de aguadores a domicilio que cobraban dicho precio por un sólo cántaro. Por su cuenta, el Marqués de Benalúa, mandó instalar tres fuentes en los barrios más modestos, donde se facilitaba el agua gratis.
Y llegamos ya al final de ésta trayectoria. Es el año 1.884, tres años después de haberse inaugurado las Aguas de la Alcoraya. Ya contaba Alicante con casi 45.000 habitantes y el problema seguía latente. D. Juan Leach, inició las exploraciones en la Cuenca Hidrográfica del Vinalopó, en la zona comprendida entre Villena y Sax.
Siguieron años de constantes contactos entre las partes afectadas, por ver quién definitivamente llevaría a cabo la tan deseada traída de las aguas de Sax a Alicante, hasta que en 1.891, Monsieur Henry Caucourte propone al Ayuntamiento el suministro de aguas a la ciudad, en la cantidad necesaria para el servicio público en general. Naturalmente dichas aguas serán procedentes de los pozos artesianos de Sax y serán conducidas por el Canal del Cid.
Por fin, en Octubre de 1.892, se propone la admisión de la oferta hecha por Monsieur Caucourte y que se le adjudique la concesión, por un plazo de 60 años.
Apenas se inicia el año 1.896, Monsieur Caucourte, mediante la correspondiente escritura, cedió la concesión para el abastecimiento de aguas de esta capital, con aguas procedentes de Sax, a favor de la Compagnie Generale des Conduites d'Eaux, con lo que quedaba subrogada en todos los derechos y obligaciones adquiridos y contraídos por el Sr. Caucourte.
Los 70 kilómetros de canales y tuberías, 2 kilómetros de túneles, sifones, etc. costaron algo más de ocho millones de reales, y dotaron a la ciudad de 4.000 m3. diarios.
Las aguas habían llegado a Alicante, desde Sax, en la noche del viernes del 5 de Agosto de 1.898, llenando por primera vez el magnífico depósito construido en el Cerro de los Angeles, hoy en uso y en perfecto estado de conservación y, a pesar de que su capacidad es de 4.500 m3, quedó lleno en poco más de doce horas.
Pero la inauguración oficial, como he comentado al principio, se efectuó el 16 de Octubre de 1.898.
Con la inauguración de la Traída de las Aguas de Sax terminó una época de más de siete siglos, caracterizada por la constante lucha del hombre por conseguir la disponibilidad de un bien, el agua, tan imprescindible para la vida, como difícil de encontrar por éstas comarcas.

 
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